7 de abril de 2010

1. Maestros…

Jack Lawyer

cioran Ayé estuve leyendo ar Maestro (er Breviario de podredumbre) y me descohonaba de risa con sus fantásticas espresiones. Recuerdo que, entre otras cosas, llamaba ar hombre carroña vertical, y uno de los artículos sobre er amó, La mentira dentro de la mentira, era insuperable e irrefutable.

Creo que debo seguí leyéndolo má asiduamente, porque onque la lusidés nos lleva a la desilusión y ar desencanto (“La lucidez es el único vicio que hace al hombre libre. Libre en el desierto”), te decohona de risa si te lo disen con la chisposa bilis der Maestro de los maestros, questá sentao a la deresha der Basf.

John M. Darkview

Ha disho, nunca mejón disho, levangelio según San Jack. Nostante, me parese que nostamos preparaos (por lo meno yo) pa andá má de media hora libre por er desierto. La soledá, que debería sé nuestro paraíso, e un coco casusta que te caga, argunas veses porque no tiene a quien tú quiere tené, a arguien o arguienes en espesiá, y otras veses porque, por musho que nos estrujemo er serebelo y la pituitaria, nuestro orgullo no supera un nanometro er de aquella juesa der Güilobi, la que sarrastró miserablemente pa que tú le diera un poquito de cariño. Si arguien no nos mira y no nos quiere y no nos limita, empesamo a llorá como niños shicos perdíos en medio de una murtitú. Güeno, por lo meno yo... Hoy toy cantidá de deprimío, magino que se nota. Menos mar que er tontolaba der Québienquemellamocomomellamo y la serebrodinsecto de la Compibis se anulan como dos polos opuestos: llevan toa la mañana ahí, de cháchara acsurda y incoherente.

Jack Lawyer

Po zí, una cosa es que nostemos jeshos pa sé felises y que no soportemos, por mú concurrías questén, nuestras soledades, y otra que en nuestra ventana ar esterió tengan pegás sus narises ranas, anormales y dursesnombres.

John M. Darkview

bach Home, viéndolo desdotro punto de vista, son las únicas personas que nos impursan a la fecunda, fermosa pero árgida soledá... Si tor mundo fuera asín de gilipollas, no tardaríamo ni medio día en acostumbrarno a nuestra soledá como un mar menó... pero bien menó.

Ay, qué bonito sería sé lo sufisientemente tarugo pa meterse en un monasterio y viví de esto, de misas de Dio (er de verdá, claro, er Yojan Sebastian) y de leé y leé en un silensioso claustro ar Maestro… Y si ensima se tiene un monasterio femenino complementario ar lao, poya ni te cuento… Tú pérate que los niños ya no me necesiten…

Jack Lawyer

Parese la versión intelestuá darguna obra der mismo Marqués de Sade, pero no por eso deja de sé er puro Paradiso. Eso lo pensaba yo er otro día, er momento en que ya ni siquiera pa nuestros niños seamos arguien. Creo que va sé mu duro…

John M. Darkview

Anda, ámonos a desayuná.

Jack Lawyer

Enga.

4 comentarios:

talytil dijo...

Muy bueno, me ha gustado mucho la conversación de estos amigos..
Espero la siguiente..
Enhorabuena por el nuevo blog.
Un saludo
David

Sir John More dijo...

Gracias, David, espero no defraudar tus expectativas. Buscaré más tiempo para seguir leyendo esas aventuras en Tu patera, que también parecen recientes. Y espero que los bárbaros del norte que lean estos chascarrillos no se cansen por estar en andaluz... Un abrazo y un beso a María, que todo siga yendo bien con esa futura criatura.

Noite de luNa dijo...

Es duro el idioma.
Llevo un montón de años por allí y todavía no les entiendo cuando hablan.

Lo intentaré por supuesto..

Besos

Sir John More dijo...

Siempre lo he dicho, amiga mía, los andaluces escribimos un idioma y hablamos otros muy distintos, y si eso no es tener un idioma propio, con dialectos diferentes... Por supuesto, ni pensar en reivindicaciones nacionalistas. El mundo es cada vez más pequeño... Un beso.